Nuestros caminos, jardines
Si alza la flor alada el canto llano
Y llueve sobre ti, su voz morena,
Ojos, boca, pelo, piel… la vena
que da pulso a la esencia de mi mano
Azur pupila en ti refleja en vano
El amor y la desidia de la pena.
Camino en sí con lustros de condena
Que han nacido, en el fervor temprano.
Llegó la hora… tarde y mancillada.
Ya llegó… y no hay pulso en la rosa.
Marchitas yacen a su vera los jazmines
Mirándote al pasar, inmaculada.
Mantuvo antes mejor sabor mi prosa.
Tuvieron mejor cara mis jardines.
Juan Palvic
miércoles, 18 de junio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario