jueves, 5 de noviembre de 2009

Azul profundo

En vano envite, late azul profundo
Un pálpito que exhala entre la vena.
Y azul mirando, pon tu piel morena
Que filtre mis caricias contra el mundo.

Pues no voy a dejar, por un segundo
Que la cordura, torne nuestra escena.
No podemos parar, nuestra piel drena
Pasión, y entre sus ramas, yo me fundo.

El éxtasis me quita la razón
Baco y mis manos tiran tu cabello,
Y al paso de mi raudo corazón,

Mis dientes te han marcado con su sello.
Debiera mi reloj contar al son
Del paso de mis besos en tu cuello.

Juan Palvic

El rey de las letras

A tus pies nos rendimos por los años
y es a tu pluma a quien rindió la corte.
Y al público rindieron tus aportes
con casi cuatrocientos cumpleaños

Del calor de Sevilla al cierzo maño
que baña de rocío el santo norte
hicieron de tu espada su consorte
y fueron el dolor de los extraños

eres tu, don Francisco, rey de letras
que hizo rendir, por siglos la belleza
con pluma que cual fierro al mal penetra

postrando desde el pueblo a la realeza
Tus letras son verdad. Valor y miedo
fusionas con tu pluma. Gran Quevedo

Juan Palvic

Al hombre de negro

Al hombre de negro



Hombre de negro que de niños gusta,
y que ha hecho de su arma el disimulo
pues algo más que copas alza el chulo
y en vano te resistes a su fusta.

Si la noche zaína al niño asusta
Y entre tanta negrura ve un pirulo,
resiente, más su mente que su culo,
haciendo de su causa, la más justa.

El es hombre de Dios, y razón lleva
si ha de polinizar al joven crío
Y a de gestarse en sí, su sacra hueva.

Más le vale afrontar el desafío.
Y hacerse madurar, en esta prueba
Y no llevar las sangres hasta el río.

Juan Palvic

A la rivera del Ebro

A la rivera del Ebro



Hablará en esta noche con dulzura
al ver tanta belleza, el noble Ebro.
Y un jardín de caricias y de enebro
Cerrará con asombro su ternura.

Y al mirarnos el Ebro, conjetura
que no hubo más humano, más cerebro
que en su paz, alcanzase alma de cebro
al ver con mis caricias, tu envoltura.

Y siga viendo el Ebro eternamente,
y busque más amor en su rivera,
por más y más que busque donde quiera

Cualquier amor parece, decadente
Si aquel amor compara nuestra escena
Cualquier otra visión, se ve condena.

Juan Palvic